Mi regalo para ustedes, queridos Emprendedores:
¡Qué hongo, Emprendedores! Me considero un NPC inteligente pero también llego a ser muy ingenuo y obstinado; lo cual, me ha llegado a costar caro. Recientemente, terminé el libro de The Intelligence Trap, de David Robson y, en uno de sus capítulos, menciona la frase “Los hábitos viciados pueden llevarnos a cometer errores”. Después de escuchar el capítulo completo, me quedé pensando toda la semana sobre cómo los míos me llevaron a cometer varios errores y qué pude haber hecho al respecto para evitarlos.
En esta entrada les compartiré un poco de mi experiencia y también sobre el valioso consejo que me dejó este libro (se los recomiendo).
Actualmente, padezco síndrome de túnel carpiano en ambos brazos. Esto, como consecuencia de la combinación de mis hábitos viciados con la pandemia de COVID19. En ese entonces, tenía sobrepeso, comía y bebía lo que se me ponía en frente por ansiedad (compraba y consumía mucha comida chatarra), era sedentario, me la pasaba sentado más de 12 horas al día trabajando y el resto jugando videojuegos o consumiendo contenido en línea, sin sentir la luz del día (al puro estilo Gollum). Creía que era algo normal, aunque una parte de mí sabía que estaba equivocado (la evidencia es contundente). En mis redes sociales aparecían posts de científicos y profesionales que constantemente me demostraban lo equivocado que estaba. Sin embargo, yo continuaba distrayéndome con contenido que validara mis creencias.
Como dice la frase “el dolor es un gran maestro”, estos hábitos me pasaron factura y rápido. Afortunadamente, logré corregirlos a tiempo y solo me quedé con dolores y entumecimientos. Estoy seguro de que si hubiera continuado de la misma forma, ahora tendría algún daño permanente en mis manos (al menos ese fue el diagnóstico médico que recibí) y sufriría de alguna enfermedad relacionada con el sobrepeso, estrés y sedentarismo.
Era un claro ejemplo de los hábitos defectuosos que menciona The Intelligence Trap:
Sobreconfianza: Las personas inteligentes pueden confiar demasiado en su juicio, lo que les lleva a ignorar evidencia contraria o a no buscar consejo de otros.
Sesgos cognitivos: La tendencia a caer en sesgos como aquel de la confirmación, donde solo se busca información que confirme las creencias preexistentes.
Falta de humildad intelectual: No reconocer los propios límites y no estar dispuesto a admitir errores o aprender de ellos.
Definitivamente tenía los tres.
¿Cuál fue el consejo del autor? Genera el hábito de la humildad intelectual.
La humildad intelectual significa reconocer las limitaciones de nuestro conocimiento y estar abiertos a aprender de los demás. Debemos admitir nuestros errores y ser receptivos a nuevas ideas y perspectivas. Esto ayuda a crear un ambiente de aprendizaje continuo. Para desarrollar la humildad intelectual, lo más importante es practicar la auto-reflexión constante, reconocer y aceptar nuestras sombras y sobre todo, actuar para mejorar.
Por eso, queridos Emprendedores, en estas fiestas y comienzo de un nuevo año, el mejor regalo que les puedo dar es compartirles información valiosa que me ha ayudado.
Aquí les dejo algunas de las cuentas en X de las personas que más han influido en mis nuevos hábitos. Deseo que sea igual para ustedes:
@jordanbpeterson
@naval
@FitFounder
@RobertGreene
@IAmMarkManson
@jockowillink
¡Feliz año nuevo, Emprendedores!