Gobierno Corporativo: Guía para construir y colocar tus primeros bloques.
¡Qué hongo, Emprendedores!
Cuando inicias una empresa y alguien (abogados por lo general jajaja) te menciona que debes tener un gobierno corporativo, es posible que pienses que es una labor difícil, técnica, tediosa e innecesaria, que quita tiempo, dinero y esfuerzo; los cuales, podrías invertirlos en hacer crecer tu negocio. Es más, tal vez consideres que es un tema reservado exclusivamente para empresas más grandes. ¡Pero no es así!, al inicio, es como poner los cimientos de una casa: si empiezas con bloques sólidos, tu negocio crecerá fuerte y sin tambalearse. En esta guía, te doy cuatro pasos accionables para construir tu primer gobierno corporativo, sin complicaciones y desde el día uno. ¡Manos a la obra!
Establece tu perfil corporativo: Misión, Visión y Valores
¿Por qué importa?
Tu empresa es más que un producto o servicio, es un propósito que te ayudará a atravesar obstáculos difíciles. Definir tu Misión (qué haces y porqué), Visión (a dónde quieres llegar) y Valores (qué principios te guían) es como darle una brújula a tu negocio. Esto no solo te ayuda a tomar decisiones, sino que le dice a tus socios, empleados y clientes quién eres realmente.
¿Cómo te recomiendo que lo hagas?
Misión:
Sé claro y conciso: La misión debe ser fácil de entender y recordar.
Hazla para que la gente se identifique con ella: Debe motivar y resonar tanto con empleados como con clientes.
Sé original: Debe reflejar la verdad sobre tu empresa y sus aspiraciones.
Escribe en una frase qué haces y por qué importa. Ejemplo: 'Vender café orgánico para cuidar a los productores locales
Visión:
Piensa en grande: Imagina el mejor escenario posible para tu empresa.
Sé específico: Una visión demasiado vaga puede no proporcionar una dirección clara.
Hazla alcanzable: Aunque debe ser ambiciosa, también debe ser realista.
Valores:
Elige 3 palabras que te definan y aplícalas. Ejemplo: esfuerzo, calidad, lealtad.
Reflexión Profunda: Es esencial que los valores reflejan genuinamente tus creencias y aspiraciones y las de tus accionistas, no solo lo que parece "bueno" en papel.
Participación activa: Involucra a los miembros de tu equipo para obtener diferentes perspectivas y alcanzar un consenso.
Concreción: Los valores deben ser claros, comprensibles y aplicables. No deben ser simplemente palabras bonitas sin significado práctico.
Tip: Si tu negocio es familiar, como muchas PYMES en México, incluye a la familia en este paso. Así todos estarán en la misma página.
Crea una estructura de toma de decisiones
¿Por qué importa?
Sin reglas claras, las decisiones se vuelven un caos: ¿quién aprueba un gasto? ¿Quién resuelve un problema con un cliente? Una estructura básica evita peleas y te hace más eficiente, especialmente si trabajas con socios o familia.
¿Cómo te recomiendo que lo hagas?
Cuando empiezas, decide quién manda en qué. Si estás solo, tú eres el jefe, pero delega cosas como ventas o compras. Si tienes socios, acuerden quién decide qué (ejemplo: ‘Yo los gastos, tú los proveedores’). Después, con el tiempo, tú y tus socios podrán establecer una estructura con niveles de toma de decisiones, como esta:
Asamblea de accionistas (tú y tus socios)
Comisario (auditoría de las operaciones de tu empresa y la administración)
Consejo de administración o administrador único
Director general
Directores de área
Gerentes
Empleados
Programa reuniones cortas (15-30 minutos) cada mes para revisar cómo van las cosas. Si no es posible por el ritmo del negocio, un grupo de WhatsApp puede ser su aliado para coordinarse rápido.
Escribe las reglas y los acuerdos con tus socios, así no hay malentendidos. Más adelante, esto formará parte de tus estatutos sociales.
Conoce tu marco jurídico aplicable
¿Por qué importa?
En México, las leyes pueden ser un laberinto, pero ignorarlas te puede costar caro (incumplimientos contractuales con clientes y proveedores, multas administrativas, conflictos con tus socios, etc). Saber qué leyes aplican a tu negocio te da tranquilidad y comienzas a construir una cultura de cumplimiento.
¿Cómo te recomiendo que lo hagas?
Identifica si vas a operar como persona física o moral, de esto depende tus obligaciones.
De cajón, te aplicarán las siguientes leyes:
a) Impuestos: Código Fiscal de la Federación, Ley del Impuesto Sobre la Renta, y Ley del Valor Agregado.
b) Operaciones comerciales y estructura de tu empresa: Ley General de Sociedades Mercantiles y Código Civil de tu Entidad.
c) Empleados: Ley Federal del Trabajo y Ley de Seguridad Social.
d) Especiales: Te pueden aplicar más leyes dependiendo del tipo de giro que tengas, puedes preguntarle a ChatGPT y después verificar con un abogado para que estés seguro.
Busca la asesoría de un contador, el cumplimiento de obligaciones fiscales y de seguridad social es prioritario para la supervivencia de tu negocio.
Mantén un registro de toda tu documentación empresarial. Recomiendo que utilices un sistema de firmado de documentos con firma electrónica avanzada. Los certificados electrónicos le darán fecha cierta a tus operaciones y tendrán plena validez en caso de que algún día el Servicio de Administración Tributaria decida auditarte.
Asesórate con un abogado al momento de elaborar los contratos que vayas a utilizar con tus clientes, proveedores y empleados.
Practica auditorías sencillas
¿Por qué importa?
Auditar no es solo para empresas grandes. Es como revisar el motor de tu coche: te aseguras de que todo funcione bien y detectas problemas a tiempo. Esto genera confianza con socios, clientes o hasta un banco si pides un préstamo.
¿Cómo te recomiendo que lo hagas?
Revisa tus números (qué entra, qué sale, qué debes) en una hoja de Excel. Checa que tengas facturas y recibos.
Pide a alguien de confianza (un amigo o familiar con conocimientos financieros o contables) que revise contigo y te dé su opinión.
Haz esto cada 3 meses al principio; no necesitas un auditor profesional aún, solo disciplina. Eventualmente, esta función la asumirá alguien más (un comisario) y fomentarás una cultura de revisión y responsabilidad.
¡Listo, queridos Emprendedores! Estos cuatro pasos les ayudarán a comenzar su viaje con el pie derecho.