Ghost of Tsushima: Conflicto de valores y retorno al origen.

Es de noche, la luna ilumina un tradicional paisaje japonés. Jin Sakai, el último miembro de un clan renombrado de samurái, se encuentra justo en las afueras de un fuerte controlado por mongoles. Junto a él, hay una ladrona, Yuna y los dos están buscando a su hermano. Recientemente, el ejército samurái en la isla de Tsushima fue derrotado en la playa de Komoda y sólo Jin y su tío, el Jito de Tsushima, pudieron sobrevivir. Hasta este momento, su vida ha girado en torno al bushidō (código samurái) y las enseñanzas de su tío y éstos le exigen que enfrente la invasión mongol en su isla con base en sus principios. En ese momento, Yuna sugiere un acercamiento más sigiloso pero nada honorable, con la intención de mejorar sus posibilidades de sobrevivir en su situación de desventaja. Esto tiene sentido para él, pero no para sus principios. Yuna le pide que sea “flexible” para poder salvar a su familia. Conflictuado, decide acercarse sigilosamente al fuerte.

Justo enfrente, hay un mongol dándole la espalda, sin nadie más alrededor. Camina despacio hacia él, desenfunda su tanto con la mano derecha y se lo clava en el cuello.  El mongol grita de dolor y se retuerce con violencia, mientras que Jin trata de cubrirle la boca desesperadamente. Es la primera vez que toma una vida de esta manera, la decepción en su cara ensangrentada lo dice todo. Tirado, junto al cuerpo de su enemigo, cierra los ojos y comienza a recordar aquel día en que él y su tío enfrentaron un intento de asesinato durante una cacería. Jin ejecutó al asesino siguiendo las enseñanzas de su tío y la tradición samurai: “Nunca actúes influenciado por el miedo ni el enojo, pelea de frente y toma la vida de tus enemigos viéndolos a los ojos, con respeto y valentía.”

Desde que inicié mis estudios de derecho y hasta mi último día como empleado, la imagen típica de un “abogado exitoso” me acompañó constantemente. Digo, creo que es la razón principal por la cual nos metemos a la carrera. La idea de ser el mejor en algo considerado prestigioso, tener tu propio despacho y la mejor reputación y ganar un chingo de lana es irresistible. Pensaba que esto solucionaría mi vida o al menos, una gran parte de ella. Adopté el papel por 10 años y desarrollé una dependencia hacia él, tenía miedo de dejarlo ir. No quería regresar al punto donde no sabía qué quería hacer. 

Al final de mi trayectoria en mi antiguo trabajo, estaba seguro que ser el “abogado exitoso” no era algo que verdaderamente quería y tampoco estaba dispuesto a invertir más esfuerzo en conseguirlo. En retrospectiva, solo lo hacía porque me atraía la idea de los beneficios y la validación del gremio. No obstante, como consecuencia, experimenté altos niveles de estrés, ansiedad y culpa. La presión constante por cumplir con mis expectativas respecto de esta imagen afectó negativamente mi bienestar emocional y físico, además de que también impactó mi capacidad para tomar decisiones, tanto en mi vida profesional como personal.

Cuando acabas Ghost of Tsushima, Jin pierde el legado de su familia, su renombre, su grado de samurái y el derecho de ser el heredero de su tío. Además, es considerado como un fugitivo y enemigo del Shogun. No obstante, la historia de Jin se vuelve leyenda y toda la Isla lo conoce como el “Fantasma”. Esto debido a su capacidad para infundir miedo con sus métodos de guerrilla y sigilo a través de ataques sorpresa, envenenamientos y asesinatos silenciosos. 

A lo largo del juego, Jin parece encontrar una especie de liberación en su nuevo rol. Aunque inicialmente adopta estas tácticas por necesidad, hay momentos donde se percibe que Jin se siente más cómodo y natural. El Fantasma le permite actuar con mayor libertad y adaptabilidad, algo que no le permitía el código samurái. Además, el éxito que obtiene con estas tácticas y la admiración del pueblo de Tsushima comienzan a brindarle una  nueva sensación de propósito y validación que no encontraba completamente en su vida anterior. Finalmente comprende que su verdadero propósito es proteger a su gente y su isla, no buscar ser el “gran samurái”. Esta reevaluación de valores le permite resolver sus conflictos internos y actuar de acuerdo con lo que realmente le importa.

Algo similar sucedió conmigo cuando decidí ser Legalbeard y dejar de buscar ser el “abogado exitoso” (claro, nada que ver con Jin Sakai pero el principio es igual). Y creo que lo mismo puede pasar en nuestras vidas. La idea de empezar desde cero, perder tu progreso y no saber qué quieres es aterradora pero si no lo hacemos, siempre nos sentiremos desalineados y en conflicto con nosotros mismos. A veces, la mejor decisión que puedes tomar para sentirte “alineado” es regresar a tu origen. Se siente como si te quitaran un peso de encima y que estás en el camino correcto.

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