Mi Manual de Liderazgo.
¡Qué hongo, Emprendedores! Recientemente, me he puesto a reflexionar sobre las cualidades que debería tener una persona para considerarla un líder. En mi último trabajo, tuve la oportunidad y fortuna de asumir el puesto de gerente de operaciones y líder de dos equipos excelentes de abogados. Las experiencias que tuve durante el tiempo que ocupé el cargo, más lo que he estudiado hasta la fecha sobre el tema, han enriquecido mi criterio lo suficiente para desarrollar estos principios. Por eso, les quiero compartir este manual. No quiero engañarlos, practicar los principios de este manual es una tarea difícil y repetitiva que requiere disciplina de su parte. Prepárense para sufrir. Asumir un puesto de liderazgo es una prueba que los puede ayudar a crecer personalmente, si la asimilan de manera correcta y provechosa.
Considero que fallé como líder en mi puesto anterior porque no practiqué todos los principios de este manual. No obstante, esto me ha permitido analizar los errores que cometí para formular soluciones basadas en éstos. Estoy seguro de que si los practican de manera disciplinada y paciente, ustedes y su emprendimiento crecerán y se fortalecerá más su vínculo.
Principios
Creer en la misión: Un líder debe estar comprometido con la misión y los valores detrás de ésta. Esta creencia de una causa mayor no sólo motiva al líder, sino que también inspira a los miembros del equipo a trabajar con dedicación. Un líder que cree en la misión puede comunicarla de manera efectiva y simple y alinear a todos hacia un objetivo común.
Apertura mental: Permite la recepción de nuevas ideas y perspectivas de su equipo. Un líder con una mente abierta fomenta un ambiente de innovación y creatividad, donde los miembros del equipo se sienten seguros para compartir sus pensamientos y sugerencias. Esto también implica estar dispuesto a aprender y adaptarse a nuevas situaciones y desafíos. La imprevisibilidad inspira la creatividad.
Humildad: Una cualidad esencial en un líder, ya que involucra reconocer que no tiene todas las respuestas y está dispuesto a aprender de su equipo y de los demás. Un líder humilde valora las contribuciones de su equipo y no teme admitir errores. Esta actitud fomenta un ambiente de confianza y respeto mutuo.
Disciplina personal: La disciplina personal es fundamental para mantener la consistencia y la integridad en el liderazgo. Un líder debe cuidarse a sí mismo, física y mentalmente, su salud debe ser una prioridad. Es el ejemplo del equipo. Si requieres el máximo esfuerzo de tu equipo, tú debes ponerlo primero, de manera consistente.
Responsabilidad extrema: Un líder debe asumir la responsabilidad total de sus acciones y las consecuencias, tanto en su vida personal como con su equipo. No busca excusas ni culpables. Esto significa reconocer tanto los éxitos como los fracasos y aprender de ellos. Al adoptar este principio, un líder inspira a su equipo a seguir el ejemplo.
Deseo de construir un equipo: Un buen líder entiende la importancia de construir y mantener un equipo fuerte y cohesionado. Esto implica seleccionar a las personas adecuadas, desarrollar y fortalecer las relaciones entre miembros, fomentar la colaboración y generar más líderes. Un líder comprometido con la construcción del equipo crea un ambiente de apoyo y crecimiento continuo.
Paciencia: Permite manejar situaciones difíciles y tomar decisiones informadas. Un líder paciente escucha activamente a su equipo, considera todas las opciones y no se apresura a juzgar. Reconoce que el liderazgo, como todo lo difícil que vale la pena, es un proceso de prueba y error que tomará tiempo. No obstante, practica los principios de manera religiosa.
Practicarlos los retará en todos los sentidos. Escribir sobre ellos es fácil, ponerlos en práctica es otro rollo. No obstante, si los integran a su vida como cualquier otro hábito, ésta cambiará totalmente para bien, se los aseguro.
Les comparto unos libros excelentes que me inspiraron a escribir este blog:
Extreme Ownership de Jocko Willink y Leif Babin.
Creativity, Inc. de Ed Catmull.
Start with Why de Simon Sinek.
The Five Dysfunctions of a Team: A Leadership Fable de Patrick Lencioni.